miércoles, 25 de abril de 2012

White light/white heat (The velvet underground, 1968)

Los Velvet underground fueron una de las más grandes bandas de rock de todos los tiempos, y probablemente los más influyentes. Cambiaron para siempre la música rock. Esta banda neoyorquina, formada por intelectuales detuvieron la deriva juvenil, superficial y facilona que estaba tomando la música y le dieron un giro copernicano, complejo, oscuro y cultamente contracultural, como desde el otro extremo del país estaban haciendo los Doors. La gran diferencia entre ellos es que el camino de californianos era único, y su estilo, genial, no tiene antecedentes ni sucedentes, como una aislada luz en la oscuridad; probablemente debido a la fuerte idiosincracia del grupo y, sobre todo, de su estrella Jim Morrison. En cambio, la descendencia de los Velvet fue numerosa e ilustre, de manera que, incluso en las bandas más brillantes e innovadoras; es frecuente encontrar ideas, que a menudo están tal cual, de los neoyorquinos. Entre sus "hijos" podemos citar por decir alguno a los famosos Sonic youth.
           Básicamente lo que hicieron los Velvet fue darle una orientación nueva al rock: si la mayoría de sus contemporáneos intentaba dar sustancia y cuerpo al género con elementos tomados del jazz, los velvet abrieron el rock a las vanguardias musicales europeas. El tiempo les ha dado la razón si atendemos a la cantidad y calidad de sus descendientes.
        White light/white heat fue su segundo album de estudio y el primero que grabaron sin el mecenazgo de Andy Warhol. Al verse libres de toda atadura, los velvet exploraron su lado mas innovador y psicodélico, sin ninguna concesión a la moda. Comercialmente, el disco fue un fracaso absoluto. Brian Eno decía que lo habían comprado cuatro personas, pero que éstas o bien se habían hecho músicos o críticos de rock. Creo que no se puede resumir mejor en una frase la calidad y la trascendencia del álbum, así como su fracaso frente al público. Dicho fracaso abrió una guerra en la banda, ya que mientras que Lou Reed optaba por hacer una música más melódica y vendible, John Cale no renunciaba a la radicalidad de la propuesta. Al final, Cale se salió del grupo y continuó en solitario, mientras que Lou Reed se "quedó" con la banda, pero estos nuevos velvet nunca fueron LOS velvet.
        El disco es una pequeña joya que prácticamente no llega a los cuarenta minutos y que sólo tiene seis pistas. La primera pista White light-white heat es la más clásica y tiene cierto aire surfero, pero el ruidoso y caótico final no engañan...no estamos ante una banda más.The gift es un absurdo y tétrico cuento de reminiscencias poeianas hipnóticamente musicado. Lady Godivas´s operation es melodiosa e irónica... al final unos elementos discordantes la hacen saltar por los aires. Here she comes now es una hermosa canción, donde más se nota la mano de Reed. I heard her called my name es exactamente lo opuesto a la anterior: puro caos sin rastro de melodía alguna y con una guitarra enloquecida por protagonista. Y tras ella, la obra cumbre. Sister Ray es una monumental pieza de casi veinte minutos, o, lo que es lo mismo, que prácticamente ocupa la mitad del disco. Aunque el resto fueran canciones de Giorgi Dann, simplemente por ésta el album sería una maravilla. A juicio de algunos (entre los que me incluyo) es la mejor composición de la historia del rock. De comienzo bluesero y pegadizo, abandona pronto toda idea de desarrollo lógico y se convierte en una orgía de ruido con un Lou Reed tartamudo y la omnipresente viola eléctrica de Cale. Logra el milagro de no sonar nunca dos veces igual y de sorprenderte en cada nueva audición: cien canciones en una.
         Una última cosa os digo. Si escucháis el álbum (y ojalá lo hagáis), no olvidéis que esta música casi medio siglo. 

1 comentario:

  1. Soberbia! una crítica genial de un grupo genial, por algo estan locos con ellos los de radio 3, que siempre los tienen en la boca y en el plato dando vueltas, jejeje. Realmente si que marcarón un antes y un después, una pena que no se les reconociera en su momento como se merecían.

    ResponderEliminar