martes, 10 de abril de 2012

Christine (John Carpenter, 1983)

A veces ocurre que mientras más flojo  es un guión, más se nota el talento de un director, capaz de convertir el agua en vino. En mi opinión John Carpenter es uno de los directores norteamericanos más capaces de los tres últimos decenios, un cineasta con un estilo depurado, estilizado... perfeccionista; dominador como pocos del suspense y con la habilidad de mantenerte en vilo prácticamente sin necesidad de que nada ocurre, como la calma que precede a la tormenta. Sin embargo también ha sido uno de los mas infravalorados, y si descontamos los aficionados al género del terror, se trata prácticamente de un desconocido. En parte, él ha sido el causante de su propia suerte, ya que ha sido un artista que no ha hecho ninguna concesión a la industria, manteniéndose fiel a su estilo y a su carácter de cineasta de género. A mi entender "La cosa" es su mejor y más completa película, que vapuleada por la crítica en su tiempo, poco a poco ha ido ganando en estima entre los cinéfilos, hasta colocarla entre las mejores films de terror.
             Pero hoy toca hablar de "Christine", una película apenas conocida. Lo mejor que se puede decir de su historia es que es absurda, simplona y de su guión que es mediocre, con un sinfín de tópicos del cine de terror para adolescentes de los ochenta: el deportista, el empollón, la maciza, la familia controladora, los matones de instituto, etc. En manos de cualquier otro director hubiera sido sido una soporífera película, carne de televisión y sólo apta para las sobremesas del sábado. Pero en este entorno hostil es donde más se nota la mano del maestro Carpenter.  En un magnífico ejercicio de alquimia, el plomo se transforma en oro, Y "Christine" resulta ser una más que digna película de terror, capaz de impresionar casi 30 años después de sus estreno, y en la que el tiempo no la hecho mella. Resulta ser una pequeña joya casi olvidada, con uno de los villanos (o villana) más originales de la historia del cine, a la que la cámara y el montaje de Carpenter logra insuflar vida.
            No quiero decir de que tratala película, porque su inverosimilitud es parte de su encanto. Sólo os recomiendo que la veáis. Si os gustan las pelis de terror lo pasaréis bien... es todo un clásico olvidado; si no sois aficionados al terror merece la pena verla porque siempre es un placer para un cinéfilo disfrutar del buen hacer de Carpenter. Además, si os gusta la música veréis que hay un famoso videoclip de Radiohead que está claramente inspirado en una de sus secuencias más poderosas... no es una mala referencia, ¿verdad? 

1 comentario:

  1. Solo tú puedes decir un montón de calificativos malos de una peli para decir que es buena, jajaja, el jugador de fútbol, el pringao, la buenorra, jajaja. Pero siempre sabes convencerme para que quiera verla. Así que ya sabes... ;)

    ResponderEliminar