jueves, 6 de febrero de 2014

Valhalla Rising (Nicolas Winding Refn, 2009)

Ya he comentado dos películas de Nicolas Winding Refn, Drive (2011) y Sólo Dios Perdona (2013), y de ambas sólo he podido decir cosas buenas. Escribo esta crítica con miedo de resultar repetitivo, pero lo mismo va a ocurrir con la presente.
    Valhalla Rising es una coproducción británica y danesa, anterior al reconocimiento mundial que el director danés obtuvo tras la perfecta Drive. Pero no es ésta con la que guarda un mayor parentesco. Al igual que Sólo Dios Perdona, este film de 2009, es Winding Refn en estado puro, lo que significa que no será del agrado de todos. Incluso sabiendo ésto me sorprende su baja puntuación en IMDB (5,9), hecho que indica lo incomprendido del este director.
    Como la mencionada Sólo Dios Perdona, Valhalla Rising es una película apenas narrativa, sin historia clara, sino más bien una sucesión de imágenes de estructura más musical que literaria... evocativa, no descriptiva. En cualquier otro director, ésto me supondría un enojo y un aburrimiento infinitos, pero el danés es un cineasta con mayúsculas, capaz de hacer de cada secuencia y de cada plano una auténtica obra de arte. 
    Ver esta pelicula fue una experiencia hipnótica, palabra que no es la primera vez que utilizo con el danés. Sin entender del todo lo que se contaba, desde un principio me ví atrapado por su hiperviolenta, al mismo tiempo que hermosísima, atmósfera. Desde luego no es para todos los públicos. Muchos la verán desagradable, confusa, de mal gusto, e incluso absurda.
    Creo que percibí algo de lo que Winding Refn nos quiere decir. Sus reflexiones,o más bien impresiones, sobre Dios, la Naturaleza, el valor, la nobleza,la inocencia y la mezquindad del ser humano. Sobre la crueldad de la vida y lo ambiguo de la moral y de la violencia. El danés tiene una capacidad única para, sin decir nada en concreto ponerme en contacto con lo más básico de mi ser, aquello que nuestra cultura se empeña una y otra vez en reprimir. Todo lo que el Club de la Lucha necesita dos horas para contar, requiere menos de cinco minutos y un diálogo en esta magnífica película.
    Desde mi punto de vista nos encontramos con la obra de unos de los mejores directores en mucho tiempo... una obra coherente, valiente y sincera como pocas. Sólo espero que la incomprensión del público no acabe desalentando al genial danés. Sería una pena... Para todos.











martes, 4 de febrero de 2014

El Lobo de Wall Street (Marin Scorsese, 2013)

Fiel a mi nueva vocación de abogado del diablo me dispongo a bajar un poco una película unánimamente canonizada por crítica y público. 
    Desde su estreno, sólo he leído elogios sobre El Lobo de Wall Street. No negaré sus virtudes evidentes. Es una película divertida, vertiginosa y con poder narrativo y visual. Desde luego admiro esa eterna juventud creativa de Martin Scorsese, que a sus 72 años sigue haciendo películas con la frescura, garra y desparpajo de un talentoso treinteañero con ganas de comerse el mundo, cinematográficamente. Aprecio la honradez creativa de este gran neoyorquino, que nunca parece haber hecho una película sin alma, simplemente para cumplir. Esa capacidad para provocar y escandalizar son admirables en un autor de tan largo recorrido, y desde luego lo sitúa muy por encima de coetáneos suyos como Steven Spielberg o Francis Ford Coppola. Un artista tan fiel a sí mismo sólo puede despertar mi admiración, sobre todo en una industria tan canabalizada por los criterios comerciales y estereotipos como la del cine norteamericano.
    Sin embargo, esta coherencia autoral no es suficiente para hacer una obra maestra. Scorsese deslumbró en sus comienzos con dos joyas absolutas: Taxi Driver y, sobre todo, Toro Salvaje. Ya en sus comienzos mostró su predilección por los personajes oscuros y autodestructivos. Años más tarde rodó uno de los nuestros, una buena película, en mi opinión sobrevalorada. No le quito el mérito de ser un original film sobre mafiosos, lejos de la estela clasicista de El Padrino de Coppola. La película de Scorsese rezumaba cinismo y mala baba, con un humor negrísimo, que anticipaba a Tarantino. Era el reverso del sueño americano, con personajes siempre viviendo al límite, inmorales y contradictorios, movidos por los instintos más primitivos, cuyos ejes existenciales eran el dinero, la violencia, el poder y el sexo (no sé muy bien en qué orden), y con una vida sentimental de verdadera pesadilla. El tratamiento era cínico y cálido, de manera que despertaban incluso más simpatía que repulsión. Por último, desvelaban un Scorsese desatado, de ritmo frenético, casi de video-clip y que ametrallaba al espectador a base de diálogos e imágenes. Todo sucedía tan rápido que el que la veía no tenía descanso, sobre una montaña rusa de continuas subidas y bajadas, hasta la subida y bajada final.
    ¿Por qué tanto hablar de Uno de lo Nuestros? Por que desde entonces, el director parece empeñado en hacer una y otra vez la misma película, cambiando de marco. En Casino, otra supuesta obra maestra, la mafia seguía siendo mafia y Nueva York pasaba a ser Las Vegas. En El Lobo de Wall Street se mantiene Nueva York, pero la mafia se convierte en especuladores financieros , que en cierto modo son la nueva "cosa nostra". Siguen apareciendo las mismas situaciones. Desde el primer momento, supe todo lo que iba a pasar, y no por mi don de profecía, sino porque todo me recordaba a un camino ya andado. El dinero y el triunfo rápido siguen siendo los ejes principales, con la diferencia de que la violencia se ha sustituido por un gran aumento en la dosis de sexo, y por una irrupción masiva de psicótropos.
    La película me divirtió, pero eso no quita que todo me sonara demasiado familiar, y que el tobogán narrativo me agobiara a base de velocidad y ruido. Desde luego, que nadie espere una crítica sólida a la especulación financiera o un análisis profundo de la mente de un tiburón de las finanzas. Scorsese parece más interesado en arrastrarnos en el remolino de sexo, drogas y dinero, sin mayores complicaciones.
    Yo calificaría a El Lobo de Wall Street como una gran comedia, una mezcla entre Uno de los Nuestros y Resacón en Las Vegas. No se si era la intención de Scorsese, pero a mi parecer es su resultado.
    Para todos los deslumbrados con el papel de DiCaprio, simplemente decir que no es lo mismo un histrión que un gran actor. No dudo de que pueda ser ésto último, pero en esta película me saca de mis casillas. ¿Es que no se puede actuar sin tantos gritos y aspavientos? Claro que esto es aplicable al resto del reparto.
    En definitiva una película excesiva en todos sus apectos, en lo bueno y en lo malo, también en su duración.