lunes, 21 de marzo de 2016

Bone Tomahawk (S. Graig Zahler, 2015)

Desde la primerísima secuencia, "Bone Tomahawk" se presenta como una película sin concesiones, cruda, violenta, sin remilgos hacia el espectador. Sin embargo, no se trata de una violencia "tarantiniana", en el sentido en que busque el espectáculo, la diversión o la celebración de lo bizarro. La violencia de esta película está más en línea de la David Cronenberg o Nicolas Winding Refn, desnuda, seca, desagradable. Zahler, por partida doble, pues es director y co-guionista, la presenta como un elemento necesario de su historia, pues muy a pesar nuestro lo es de la nuestra, como grupo y como especie.

Es fácil caer en descalificar esta película como simplista y xenófoba. Yo no la veo así. Su maravilloso guión nos da suficientes claves para entender que esa aparente simplicidad no es prejuicio, sino un recurso necesario para hacer que la película funcione como lo que es, una genial fábula sobre la lucha entre el bien y el mal, entre la muerte y el amor, entre la gracia y lo siniestro. 

En este fantástico cuento, digno heredero de lo mejor de nuestra tradición de aventuras, por un lado, y de terror, por otro, destaca especialmente el dibujo de sus personajes poliédrico, profundo en continua confrontación unos con otros, que muestra que ninguno de nosotros estamos en posesión de la verdad, y que solo mediante la cooperación y la escucha del otro, nos acercamos a vislumbrarlo.

Como todas las grandes películas del Oeste, "Bone Tomahawk" es un himno a los espacios abiertos y a los virtudes tradicionalmente "masculinas" como la lealtad y el valor. Sin embargo, tiene la suficiente lucidez, como para relativizarlos mediante la sensatez, eminentemente "femenina", que, aunque no los niega, los subordina.

No se asuste el potencial espectador. No nos encontramos, ante una película del pedante Iñárritu. "Bone Tomahawk", habla de todo esto y de más, pero lo hace con naturalidad, casi inconscientemente. Al verla, como yo, disfrutaréis de una interesante y entretenida película que se encuentra en el cruce entre géneros, y que es uno de los "westerns" más originales que conozco, y que pese a su notable duración se hace increíblemente corta. 

Eso sí, no está recomendada para estómagos sensibles.