viernes, 6 de abril de 2012

El enigma de otro mundo (Christian Nyby, 1951)


Habitualmente adjudicada a su excéntrico y visionario productor, Howard Hawks "El enigma de otro mundo", es una película de nosotros tendremos en el haber de su director, Christian Nyby. El primer acierto de la película es su título, y por una vez la traducción española supera el original inglés (literalmente "La cosa de otro mundo".  ´
        De esta película hablamos hace poco cuando hicimos la crítica de sus excelente equivalente de 1982 dirigida por John Carpenter. Aunque la comparación entre las dos no sea el objetivo principal de este artículo, entre otras cosas porque no son pocos los méritos propios de la versión de 1951, probablemte a lo largo de nuestra exposición inevitablemente lo haremos, lo que por otro lado puede ser un interesante ejercicio de "cinelogía".
        "El enigma de otro mundo" es la primera versión cinematográfica de la novela corta "Who goes there?", de John W. Campbell Jr. La adapatación es muy libre y son pocos los elementos del relato original que se mantienen en la película. Tal vez por limitaciones en los efectos especiales, aunque no es desdeñable el que influyera que la historia original era demasiado oscura y deprimente para una película de aquellos años. La versión de 1982 es mucho más fiel al original. Uno de los elementos claves de la trama original es la confusión que instaura "la cosa" al imitar a los protagonistas y la imposibilidad de saber quién es humano quién no. En la película de Nyby nada de esta aparece. El extraterrestre es inmutable y totalmente diferenciable de los humanos,. No en vano se le situa en el reino opuesto: el de las plantas. Todo ello con un ingenio y una capacidad de argumentación científica que es impensable en una película de género actual, que nos tratan a los espectadores como idiotas a los que sólo se puede impresionar con ruido y efectos especiales.
      En esta versión los dos bandos están claramente diferenciados: la amenaza alienígena y los defensores de la humanidad (cómo no, el ejército de los Estados Unidos), algo típico de las películas de comienzos de la "Guerra Fría". El ejército es representado como la hermandad ideal donde brillan todas las virtudes, y de un modo especial el heroísmo y el altruismo. La comunidad científica aparece con rasgos más oscuros, como un grupo que con el pretexto de la curiosidad y el conocimiento pone en peligro la humanidad (¿"indirecta" por haber creado la bomba atómica?).
        No es exagerado decir que "El enigma de otro mundo" es una obra maestra del la ciencia ficción. Se aprecia su influencia en las pelis de alienígenas de casi medio siglo después. Entre otras, "Alien", "Aliens" y "Predator", y, curiosamente, no tanto en su homónima. Sus diálogos son brillantes e ingenioso. Para los amantes de la ciencia ficción verdadera serán más enjundiosos que los de sus diversas descendientes, que optaron más por la vía del terror que por la de la ciencia, y que son más parcas en explicaciones (menos Asimov y más Poe, podríamos decir), y ya se sabe que hay pocas cosas tan estimulantes como despertar la curiosidad y hacerte partícipe de una investigación científica, que la película logra sobradamente. Las secuencias en las que aparecen "La cosa" son impactantes y siempre sorprenden, por lo que en el aspecto del "golpe" directo sobre el espectador la película ha envejecido muy bien, Además es difícil sustraerte del triunfalismo de la película y en seguida te identificas con los "buenos" que tienen que destruir al "malo", placer que ni mucho menos te daba la versión de Carpenter.
       En definitiva, una película de obligada visión para todos los amantes de la ciencia-ficción y para los cinéfilos en general, aunque yo me quedo con la de John Carpenter.

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