sábado, 26 de mayo de 2012

Un profeta (Jacques Audiard, 2009)

El gran Roberto Saviano, autor del ensayo Gomorra, estremecedora obra sobre la Camorra napolitana, se quejaba de que a los mafiosos reales les gustaba ver las películas sobre la mafia, porque los representaban idealizados, elegantes, interesantes, con un código de honor propio..., cuando en realidad eran vulgares asesinos crueles e incultos. No le falta razón a Saviano, y es que el cine de gangsters siempre de una manera u otra los ha idealizado.
        Siempre que veo una película sobre la mafia o el crimen organizado, pienso que opinaría de ella Saviano. Evidentemente, no influye en mi valoración artística del film, pero es como un Pepito Grillo que me acompaña desde que hace un par de años leí su libro, y ayer me volvió hablar.
       Un profeta  es una magnífica película sobre el mundo del crimen y una magnífico film carcelario... una magnífica película a secas. No es muy exagerado decir que estamos ante una obra que se convertirá en un clásico, tan buena que roza la perfección. De dos horas y media de duración, en ningún momento se hace larga. De trama complejísima en ningún momento te pierdes y deja de sorprendente.
       Digna de compararse con El padrino (a la que por poco alcanza) y Con unos de los nuestros (a la que supera), no tiene ese carácter de tragedia de shakespeariana de la primera ni es tan irónica, y, por momentos frívola, como la segunda. Ahonda como pocas películas en los aspectos psíquicos, sociales e incluso étnicos que dan lugar a un criminal.
       Saviano podría criticar que también hay ciertos elementos que estilizan y dan interés e incluso categoría al mundo del crimen. Pero en el fondo este es un problema de todo el cine negro, y, salvo que queramos negarlo como género, tendremos que perdonarlo. Salvado este escollo, la película es un prodigio de tensión, de ritmo y de buen hacer. Las secuencias de acción, de estilo claramente norteamericano, son buenísimas. 
       Pero es el argumento el verdadero punto fuerte de esta película y, dentro de éste, la evolución del protagonista: un personaje complejo, poliédrico y del que es muy difícil evaluar su calidad moral. Cuenta de manera realista, profunda y sin ningún tipo de simplificaciones los cambios que su carácter experimenta, cómo es una persona al comienzo de la película y cómo es otra al final. A veces su retrato se traza con una sutileza, sencillez y profundidad exquisitas, como la secuencia en la que prefiere quedarse sólo en la playa sintiendo la arena en sus pies a irse con prostitutas como el resto de sus compañeros. 
      Según muchos es la mejor película europea de la década, y aunque me parece muy complicado afirmar algo así, no es ni mucho menos descabellado. Otra muestra más del excelente estado de salud del cine francés, que se atreve con todos los géneros y todos los domina.
       Antes he obviado un tanto, el discurso moral de la película. Y es que además lo tiene. No es difícil ver en ella una crítica al sistema penitenciario y a la sociedad en general. Evidentemente, poner a todos los que han cometido un delito juntos, independientemente de cual ha sido, no parece una idea muy buena para la reinserción. La película muestra la cárcel como una selva en la que impera la ley del más fuerte, y en la que o pisas o te pisan. Muchas de los actos del protagonista los hace por pura supervivencia, en contra de su voluntad. No conozco el sistema penitenciario y no me gusta opinar de cosas tan serias sin suficiente base. Pero si lo que se cuenta en Un profeta es así, habría que replantarse muchas cosas. Por otro lado se habla de la situación de los inmigrantes de segunda generación, que son depreciados por los "puros" de una y otra etnia, y como este desprecio conduce al odio y al crimen.
      En definitiva, una película redonda que nadie debe perderse.  

2 comentarios:

  1. Si esta película es tan buena como el padrino, merecera la pena verla. Solo por ese comentario me parece que merecerá la pena verla. Me ha parecido un tema interesante, y la crítica très bon!

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  2. ¡Hola, Sonia! Muchas gracias por tu comentario. Sin embargo yo no dije que esta película fuera tan buena como "El Pardrino" (jajajjajaj), sino casi tan buena como ella. Lo que sí que me pareció fue mejor que "Uno de los nuestros".

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