martes, 25 de septiembre de 2012

Mátalos suavemente (Andrew Dominik, 2012)

A veces bastan los treinta primeros segundos para darte cuenta que no estás ante una película más. Puede parecer una exageración, pero no lo es. Hay demostraciones de talento tan fulgurantes que a primera vistan ya manifiestan toda su capacidad. Pero dado el chasco, que últimamente era tan común, de películas que se planteaban fantásticamente, pero concluían de manera decepcionante; no me atrevía a creerme del todo mi primera impresión. Sin embargo, Mátalos suavemente no me decepcionó... es una película excepcional se mire por donde se mire.
        El genio detrás de la obra es Andrew Dominik, director que se dio a conocer por El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford (2007). En ésta ya hacia gala de un talento visual poco común, pero la exagerada  duración y tal vez un exceso de pretensiones lastraron la película, haciendo de ella una de esas obras que te gustan más con la cabeza que con las tripas.
       Dominik parece haber aprendido la lección. Al contrario que la mayoría de las películas actuales, Mátalos suavemente no es muy larga; y, aunque no oculta sus pretensiones, es una película que ante todo quiere ser disfrutada... y a Andrew Dominik la jugada le ha salido perfecta. Su obra es compacta, poderosa, entretenida, crítica e inteligente al mismo tiempo.
     Mátalos suavemente refunda el género negro y lo mezcla, en una simbiosis perfecta, con la crítica política más mordaz y demoledora. La película se apoya en dos poderosísimas columnas. El extraordinario talento visual de su director y el poder casi hipnótico de sus situaciones y diálogos, como si un guión de Tarantino lo dirigiera Fincher, con el mérito añadido de que la dirección y el guión son obra del propio Dominik. Este film contiene algunas de las secuencias más tensas y adictivas que he tenido la oportunidad de ver en los últimos años. No importa si se trata de un atraco, de un asesinato o de un diálogo sobre problemas sentimentales. Esta película logra que no despegues los ojos de la pantalla ni un sólo momento. Y, desde el punto de vista, intelectual contiene uno de los mensajes más rotundos y cáusticos que el cine norteamericano ha pronunciado sobre su propia matriz social.
     No quiero terminar esta crítica sin hacer una mención especial al hombre sin el que esta película no hubiera sido posible: Brad Pitt. Cada día siento más respeto y admiración por este actor. Junto con Clooney (ambos, además, insultantemente carismáticos y guapos), es la única estrella que se arriesga y que sacude de la morriña el cine de Hollywood. En ésta película además es productor, y es digno de alabanza que se haya embarcado en un proyecto tan difícil y arriesgado. Por suerte para todos los que nos gusta el cine lo ha hecho. En el cine estadounidenses pocos pueden presumir de esa voluntad de autosuperación, y Pitt demuestra que el que la sigue la consigue.
     Sólo puedo terminar recomendado a todos que veáis esta maravilla. Con el permiso de Drive la película más coj....da que he visto este año.
     
     

1 comentario:

  1. Gracias vielo. Como siempre es un placer leer tus criticas.
    Un saludo

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