sábado, 15 de septiembre de 2012

Dead of Night (Varios directores, 1945)

Dead of night es una atípica película de terror. Compuesta por varios episodios, cada uno dirigido por un autor diferente, hay muy  pocas películas que se le puedan comparar por originalidad. Es cierto que esta estructura se ha aplicado de nuevo, e igualmente en el género de la intriga o del terror, pero nunca se han conseguido unos resultados tan coherentes o sobresalientes.
           Y es que Dead of night es una obra maestra absoluta, una película eternamente joven que merece una mención de honor en la historia del cine, no sólo de género sino del cine en general. 
          Hay películas, cómo ésta, que desmontan todo lo que creías saber sobre el séptimo arte, y te hacen replantearte tus principios. En general soy seguidor de la opinión del gran cineasta ruso Andrei Tarkovsky: el cine es una forma de arte propia y no reducible a las demás. Lo específico del cine es la selección de todo lo que es relevante en un momento dado, lo que en palabras del director ruso se denominaba "esculpir en el tiempo". Más que una disciplina narrativa, el cine es evocativo, y está más cerca de la poesía que de la novela. De hecho, los grandes directores de la época son poetas de la imagen. Lo fundamental es la labor del director, siendo el guión un elemento secundario.
         En general, sigo este opinión. Y el noventa por ciento de los que pienso sobre el cine se lo debo a Tarkovsky. Sin embargo, hay veces que encuentro películas que dinamitan todos estas ideas, tan coherentes y hermosas. En un primer momento, que ocurra esto es desconcertante, pero luego me alegro, por que me doy cuenta que no hay ninguna fórmula o receta, por muy poética o filosófica que sea, que determine qué es y qué no es una buena película: el cine, como la vida, se escapa a las predicciones.
       Dead of night no es una película de grandes directores. Ninguno de los nombres que aparecen nos suenan. En el mejor de los casos, la puesta en escena es simplemente correcta. Pero tiene un guión que es una auténtica maravilla: inteligente, preciso, detallando, intrigante, envolvente... La historia te atrapa para no soltarte en ningún momento, y cuando te coge de la mano no tienes ni idea de dónde te llevará, pero sientes que necesitas seguirla adonde sea, y la comprensión de lo que ocurre resulta una auténtica obligación.
       Puede que a los ojos del espectador actual, curtido en sangre y vísceras, denominar a esta película como de terror sea, cuando menos ingenuo. Me temo que los equivocados somos nosotros que confundimos el terror con los desmembramientos. El terror es ante todo un asunto intelectual, y tiene que ver con la intuición de que el universo está poblado de entes malignos cuyo comportamiento es misterioso e impredecible, y que se escapan a nuestra comprensión, ante los cuáles somos meros juguetes. Si Dead of night no nos da miedo, no es un problema de la película, sino nuestro, e indica nuestro embruteciendo.
     Recomiendo encarecidamente a todo el que no haya visto esta maravilla que lo haga: disfrutará de una hora y media irrepetible e inolvidable. Es difícil evitar pensar que sea la mejor película de terror de la historia, yo, al menos, estoy seguro de que es la más inteligente.
     IMPRESCINDIBLE.

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