viernes, 17 de agosto de 2012

La trilogia de Bourne (Doug Liman-Paul Greengrass, 2002-2007)

Una de las mejores noticias que nos ofreció el cine norteamericano en la primera década de este suglo fue la estupenda adaptación de la trilogía del escritor norteamericano Robert Lundum, que tiene como protagonista al letal y amnésico agente especial Jason Bourne.
    The Bourne identity (Doug Liman, 2002). Fue una gratísima sorpresa para todos los amantes del cine de acción (me atrevería decir que del cine, en general). Escéptico en todo lo referido a películas de agentes especiales y espías, debido a la saga Bond, la historia de Jason Bourne me cautivó desde un principio. No es un superficial, cínico y mujeriego personaje, armado con toda clase de cachivaches extraños e inverosímiles, y que es capaz de desarmar una bomba atómica, mientras seduce a la maciza de turno y mata al malo. Bourne es una especie de máquina de matar a su pesar. Sus habilidades casi escapan a su control, y su único propósito es saber quién es en realidad y vivir en paz, pero sus antiguos "jefes" no están por la labor y lo obligan a huir y a luchar por su vida y la de aquellos que le importan. Uno de los grandes aciertos del guión fue construir un personaje tan poderoso físicamente como frágil emocionalmente... una especie de robot desprogramado que lucha por recuperar su humanidad.
   The Bourne supremacy (Paul Greengrass, 2004) varía el tono. Más oscura y pesimista que su predecesora, es ahora Jason Bourne el que pasa al ataque, movido por la venganza. La historia se centra más en la personalidad del protagonista, y no tanto en su identidad. Psicológicamente es la más compleja, y probablemente la más emotiva.
   The Bourne ultimatum (Paul Greengrass, 2007) opta por otro camino. Aquí lo importante no es tanto el propio Bourne, sino los excesos que un gobierno, presuntamente democrático, puede cometer en nombre de la seguridad nacional (asesinatos colectivos, torturas, actuaciones contrarias al derecho internacional, programas de entrenamiento inhumanos, etc). Es la más política de las tres. Asimismo es una advertencia, sobre la posibilidad de ser vigilados y controlados con las nuevas tecnologías y la necesidad de nuevas herramientas que aseguren nuestra intimidad.
   Hasta aquí una breve descripción del argumento de las tres películas. Ahora bien, ¿que hace a esta trilogía especial? En primer lugar revitalizó un género o dos, que languidecían miserablemente. El de espías estaba monopolizado por el insoportable James Bond (nombre curiosamente similar a Jason Bourne), que había terminado convertido en una parodia de sí mismo. Por su lado el cine de acción norteamericano, cada vez era más ridículo, con sus peleas imposibles, sus interminables secuencias a cámara lenta y sus héroes y villanos de diseño. La trilogía de Bourne revitalizó el género, volviendo a los orígenes y a la sencillez en su desarrollo, pese a sus complejos argumentos. Bourne es un héroe tan efectivo como espectacular; sin ser huraño, no es el típico protagonista bocazas y sobrado. Todas sus acciones son implacables y carecen de cualquier adorno. 
      El gran acierto de la primera película es que nosotros nos sorprendemos, tanto por sus habilidades cómo el mismo, creando una simpatía instantánea con el personaje. Las secuencias de combates, persecuciones y emboscadas, que definen a los tres filmes son antológicas, y crearon escuela. Sin ir más lejos, tras las dos primeras, James Bond se redefinió a imagen y semejanza de Jason Bourne, como un personaje mucho más frío, duro, físico y amenazante, con el rostro de Daniel Craig. También heredó de su "competidor" ese carácter torturado y en constante conflicto con su propia naturaleza. Por otro lado no hay que ver más que cualquier secuencia del Batman de Nolan para darse cuenta de cuánto le debe el cine de acción de calidad, a la trilogía de espía amnésico.  
      Podríamos decir muchas cosas más sobre estas tres estupendas películas. Pero no es poco afirmar que redefinieron y dignificaron un género, y que demostraron que se puede entretener con películas de verdadera calidad, tan inteligentes como trepidantes. Y, al contrario, que muchos otros loables intentos de dignificar el cine "de entretenimiento" (y que conste que esta etiqueta no me gusta) en esta trilogía no hay ningún atisbo de grandilocuencia, que tanto empaña el resultado final.
       Tres películas magníficas. Sólo espero que la heredera, que ahora se exhibe en los cines, les haga justicia y esté a la altura de sus predecesoras. 

2 comentarios:

  1. Una crítica magnifica! He de reconocer que solo he visto la primera película, y que cuando lo digo la gente se hecha las manos a la cabeza. Leer tu crítica solo hace que tenga muchas más ganas de ver las otras dos. La primera película me encantó, es cierto, que es una película muy buena y menos fantasma de lo que Hollywood nos tiene acostumbrados. Muy entretenida y como dices sientes simpatía por el personaje en seguida. Una trilogía digna de tu blog. Gracias por seguir ahí. Un abrazo Chejofan. ;)

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    1. Muchas gracias por tu comentario. Las tres películas son muy buenas. La primera tiene la ventaja de presentarte al personaje, y de que todo te resulte nuevo y sorprendente. Pero las otras dos tienen el inmenso mérito de mantener la calidad y resultar interesantes y distintas, cuando las líneas maestras ya están fijadas, y eso es muy dificil. Desde luego, te recomiendo verlas.
      Un abrazo muy fuerte.

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