domingo, 19 de agosto de 2012

El legado de Bourne (Tony Gilroy, 2012)

Voy a empezar por el final, y luego intentaré explicarme. El legado de Bourne es una estupenda película, pero desgraciadamente se queda a un paso de ser una grandísima película, de esas que marcan un género.
      Dirigida por el guionista de las tres primeras entregas, su primer acierto es no presentarse como una continuadora de la exitosa trilogía, sino más bien como una historia paralela. De hecho, la trama es simultánea a la de El ultimatum de Bourne.
      El comienzo de la película es fabuloso y la presentación del nuevo protagonista, Aaron Gross (Jeremy Renner), es sensacional. Aislado y acompañado únicamente de una espléndida naturaleza, sin apenas diálogos, se nos dice de qué madera está hecho y qué es capaz de hacer. Con apenas, unas líneas el guionista nos da la clave psicológica del personaje: al contrario que su antecesor es plenamente consciente de todo, y está harto de ser un juguete del gobierno.
     En su primera parte, la película alcanza una profundidad inédita  en sus antecesoras. También es mucho más oscura, y las agencias que se ocupan de los trapos sucios del gobierno están descritas de manera mucho más sombría, al mismo tiempo que se muestra más despiadada y poderosa. La película alcanza cotas de tensión inolvidables, cuando los oscuros personajes que mueven los hilos se muestran con toda su maldad y frialdad. Realmente llegan a dar miedo.
    Al contrario de lo que cabría suponer, la cuarta entrega de la saga es la más clásica y reposada en su desarrollo, en las antípodas del montaje trepidante que caracterizaba a las tres primeras, en especial a la segunda y a la tercera. El legado de Bourne se despliega poco a poco, a fuego lento, siempre pisando terreno seguro, con una precisión asombrosa, pero también con la capacidad de acelerarse cuando es necesario hasta dejarte sin respiración.
    En lo argumental va un paso más alla de las tres primeras. Los nuevos agentes especiales está modificados biológicamente, e incluso genéticamente, siendo capaces de hacer cosas que para cualquier ser humano serían imposibles. En este sentido, la película está muy bien documentada, y las explicaciones que da son científicamente convincentes.
    Todos los actores están estupendos, Jeremy Renner está soberbio, y nos regala una interpretación convencida, convincente y poderosa. Rachel Weisz está espléndida, con una capacidad única para enamorar a la cámara, y Edward Norton está enorme, como siempre.
   Si hasta ahora sólo he dicho cosas buenas de la película, ¿por qué es pero inicial? Porque, al final, El legado de Bourne se olvida de sí misma. En la última media hora del film, este se desentiende por completo de sus virtudes y se resuelve de manera mecánica, recurriendo a los tópicos, precisamente lo que con tanto talento hasta entonces se había evitado. Siempre he pensado que lo más difícil de una historia es cerrarla... puede que sea eso, pero me temo que, más bien, se trata de que han primado los intereses comerciales sobre los artísticos, y se ha optado por dejar de lado la calidad y coherencia de la película para dejar bien refundada la franquicia. En cualquier caso, una pena, porque la película volaba muy, muy alto. 

1 comentario:

  1. Maravillosa crítica, no podría estar más deacuerdo. Es una película muy buena, capaz de mantenerte en tensión y super enganchado en todo momento. Pero el final es como el de cualquier película de acción. Me ha gustado mucho la sinceridad de tu crítica. La has analizado punto por punto. Supongo que eso es lo que te hace grande. No haces las típicas críticas que elogian o crucifican a una película, siempre vas más alla. Me encanta. Un abrazo Chejofan. ;)

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