sábado, 7 de julio de 2012

Lawrence de Arabia (David Lean, 1962)


Al terminar de ver Lawrence de Arabia me invadió una cierta tristeza. Tristeza motivada por la conciencia de que había disfrutados de uno de los mayores espectáculos de la historia del cine, y que pasaría mucho tiempo antes de que experimentara una sensación similar. He escrito "uno de los mayores" y soy consciente de mi exceso de cautela. Lawrence de Arabia es, desde mi punto de vista, el mayor espectáculo de la historia del cine: Es cierto que en los aspectos técnicos otras podrían hacerle sombra: Lo que el viento se llevo, Ben-Hur, Los Diez Mandamientos, pero en lo artístico ninguna logra acercársele, ni siquiera la primera, pese a ser una grandísima película, pues hay una distancia insalvable entre ellas. 
        Y eso es lo que hace de esta maravilla una película unica: una superproducción con la delicadeza y calidad artística de la mejor película de cualquiera de los grandes cineastas. La única superproducción de autor. Tan espectacular en los decorados, la fotografía, los paisajes (esos inolvidables desiertos); como delicada e intensa en las interpretaciones, la definición de sus personajes, su capacidad de mostrar el estado de ánimo con una sola imagen, de hacerte sentir sed cuando los personajes la sienten, de entusiasmarte cuando ellos lo hacen, de dudar cuando dudan...
       Es la película épica por antonomasia. Y ella se basta para dignificar este género, muchas veces maltratado por autores que confundían el espectáculo con los fuegos artificiales. El maestro David Lean parece opinar que lo primero son los personajes y la riqueza narrativa y dramática de la historia, a lo que añade una forma de dirigir maravillosa, donde cada plano o secuencia es una obra de arte, no sólo estéticamente, sino, sobre todo, por la fuerza y la energía que trasmite; y ya, por último, la tercera capa: la técnica. La película es impecable en las tres, y es probable que el desarrollarse desde dentro hacia fuera sea el secreto que la hace irrepetible y, sin duda, una de las mejores películas de la historia del cine. Tal vez, Espartaco de Kubrick sea la única que pueda comparársele, pero la película de Lean es mucho más madura, redonda y perfecta.
       Como una vez dije, no hay una gran película si no hay grandes actores. Y los de Lawrence de Arabia están maravillosos. Sobre todo, Alec Guiness, Anthony Quinn y Omar Sharif. Peter O´Toole sencillamente merece una mención aparte. Este era su primer papel en el cine, y con su actuación deslumbra en un universo plagado de estrellas. Es imposible olvidar la intensidad, a veces eufórica otras veces melancólica o sufriente, de sus profundos ojos azules; la complejidad con la que representa su personaje a veces cruel, a veces misericordioso; brillante, iluminado o casi lunático, siempre valiente y aventurero. Un lugar especial ocupa su dicción. Ningún actor ha hablado un inglés tan hermoso como O´Toole, que más que hablar parece recitar sin ningún artificio u ostentación. Animo a todos a ver la película en versión original. Es probable que luego comprenda porque hay muchos que, como yo, estamos en contra de que las películas se doblen.
      Tengo la sensación de que podría decir mucho más de este damante de película, pero es probable que ya me haya extendido lo suficiente. Sólo quiero recomendar encarecidamente que la veáis... a mi el cine historico no me hacía mucha gracia, y, sin embargo, fijaos...

2 comentarios:

  1. Es sencillamente PRECIOSA! me refiero a la crítica, ya que desgraciadamente no he visto esta película, pero con esa forma de describirla, no puedo negar que la película también lo sea. Menuda forma de describirla, yo creo que inigualable. Me pregunto si habrá alguién que haga críticas como tu, desde luego las que se leen normalmente no tienen ni punto de comparación, amenudo son muy negativas, no suelen ser de buenas películas y son aburridas. Pero las tuyas son sensacionales, eliges buenas películas y les haces críticas que le hacen justicia. Si la crítica me ha emocionado, la película me va a enamorar. Un abrazo Chejofan, eres maravilloso.

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    1. Pues la película es un auténtica maravilla. Es una pena que haya tantos prejuicios sobre estas películas. Las grandes producciones de Hollywood no tienen mucho prestigio entre el público de hoy. El espectador actual las considera, aparatosas, artificiales, un despliegue de medios por parte de la productora en decorados, vestuarios, extras, etc. En resumen, mucho ruido y pocas nueces. Y tienen razón. Pero no es así con Lawrence de Arabia. Antes que una película grande es un gran película. Ni siquiera estoy seguro de que sea una gran superproducción. Incluso pienso que está tan bien hecha que sin serlo, lo parece. Pero los que no la han visto que sepan que se están perdiendo una de las mejores películas de la historia. Una de las más hermosas, con uno de los personajes mejor y más carismáticamente interpretados de todos los tiempos.

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