lunes, 9 de julio de 2012

The man from nowhere (Lee Jeong-Beom, 2010)

"El hombre sin pasado" (título con el que recientemente ha sido estrenada esta película en España) es un motivo recurrente en muchas películas, sobre todo en las de acción y todas sus variantes.  Se trata de un personaje surgido de ninguna parte, callado, inexpresivo y con un misterioso pasado; al que nada ni nadie parece importar, pero que, aparentemente en contra de su voluntad, se convierte en un héroe y libertador de los oprimidos. Por regla general, sólo es capaz de establecer un vínculo afectivo profundo con un niño, que a regañadientes, acaba ganándoselo y despertando en él las emociones y principios que nos hacen humanos, y que "el hombre sin pasado" borró tras un terrible suceso para poder sobrevivir psicológicamente. Pobre de aquellos que hagan o intenten hacer daño al pequeño amado por nuestro héroe... han firmado sus sentencia de muerte, pues "el hombre sin pasado", ante todo, es un formidable guerrero.
    Este es un esquema argumental que, con alguna variante u otra, seguro que habéis visto. El hombre sin pasado cinematográfico por antonomasia es el personaje de Clint Eastwood en la maravillosa trilogía de Sergio Leone. El propio Eastwood pareció cogerle aprecio al arquetipo y lo utilizó de una manera casi ortodoxa en El jinete pálido, y de manera más libre en su obra maestra Sin perdón. En el cine reciente Drive, de Nicolas Winding Refn, también lo representa, aunque con variaciones.
     Pese a que todas las películas que he nombrado son occidentales, lo más probable es que "el hombre sin pasado" sea un modelo típico de la cultura oriental. No hay que olvidar que la primera película de la trilogía de Leone, Por un puñado de dolares,  al fin y al cabo, era una version de Yojimbo de Kurosawa.  En efecto, este atípico héroe es misterioso, solitario, austero, taciturno, casto,... todas cualidades típicas de un samurái. 
     El hecho de que la película de Lee Jeong-Beom se titule así nos está avisando de que el protagonista de la historia va a cumplir ortodoxamente con todas las cualidades de su arquetipo. Y así es, una por una... por lo que no podemos decir que sea una historia original. Pero este "pecado" de la propuesta queda en gran parte redimido por la honestidad de su planteamiento, ya que el espectador está sobreavisado de lo que se le va a contar.
    Aparte de ello, The man from nowhere es otro magnífico ejemplo del excelente estado de salud del cine de acción surcoreano. Probablemente, hoy por hoy, el mejor del mundo. como la mayoría de sus compatriotas está película opta por una violencia dura y, al mismo tiempo, estilizada. Aunque repleta de escenas muy duras, no llega ni mucho menos a los excesos de la sobrevalorada Oldboy. Está magníficamente dirigida, fotografiada y montada, por lo que plásticamente es una película muy lograda.
     Si bien el argumento no es muy original, el guión es lo suficientemente bueno como para mantenernos atentos durante todo el metraje, generoso por cierto. Su trama es más simple y lineal de lo que suele ser común en el cine oriental, lo que es muy de agradecer. Yo criticaría dos aspectos muy concretos, que para nada desmerecen el magnífico conjunto. El primero, y menos importante, es alguna que otra trampa en el guión. El segundo la exhaustiva explicación que se da sobre el pasado de nuestro héroe. Este es de mayor importancia, ya que una de las claves de este tipo de sus personajes es su misterio, y las respuestas que deja en el aire (compárese con El jinete pálido). No obstante, son dos pecados veniales, y el conjunto apenas se resiente. The man from nowhere es una magnífica película de acción.
     Por último, si me permiten, una reflexión doméstica. Esta película es de 2010 y ha tardado dos años en estrenarse en España. En la ciudad en la que vivo, ni siquiera se puso en cartelera. Me parece inexplicable. Si los responsables de cultura de este país fueran un poco más... ¿cultos?, sabrían que desde hace tiempo el cine oriental, y sobre todo el surcoreano ha dejado de ser una rareza para "gafapastas", y sabrían que producen películas muy entretenidas y atractivas para el gran público, como esta que nos ocupa, por ejemplo. De hecho, como decía, el cine de acción de Corea del Sur es, en general, el mejor que se hace actualmente, lo que significa que es el más atractivo y entretenido. Con la adecuada promoción, llenaría las salas. Pero parece ser que hay gente que, inexplicablemente, quiere seguir manteniéndolo, como algo minoritario. Espero que, al menos, sea por ignorancia y no por otros intereses.

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