viernes, 13 de julio de 2012

El árbol del ahorcado (Delmer Daves, 1959)

El árbol del ahorcado es una de esas pequeñas maravillas del Hollywood clásico que son menos conocidas por el gran público, a pesar de que sus méritos no son, ni mucho menos, menores que el de otras películas mucho más populares. No es una obra maestra, ni una de las cumbres del cine, pero si es una estupenda y muy hermosa película, además de entretenida y conmovedora.
      Encuadrada dentro del género western, sería complicado quitarle está etiqueta, ya que se desarrolla en un marco muy específico: el de la fibre del oro. Sin embargo, en esta película no hay duelos, ni pistoleros lentos o rápidos,... sólo tangencialmente aparece una diligencia; tampoco hay batallas entre indios y vaqueros, ni tiroteos porque en una mesa de juego se han hecho trampas. En resumidas cuentas, El árbol del ahorcado se considera un western por su escenario, pero prácticamente no tiene ninguno de los otros elementos del género. Es más bien un hermoso drama humano ambientado en la conquista del oeste.
     En lo que sí coincide totalmente con el género  es en el magnífico uso de los espacios abiertos, siguiendo las enseñanzas del maestro John Ford. Muchos de los planos exteriores de son auténticas obras de arte, con las siluetas humanas contrastando maravillosamente con el majestuoso cielo, o como logra, mediante la distribución de los personajes en el espacio, aportar información sobre su papel en la historia.
    Este film narra con una sencillez y una precisión pasmosa lo mejor y lo peor del ser humano. En él aparecen todos los vicios: la envidia, la avaricia, la superstición, la hipocresía, la venganza, la veleidad de los individuos y, sobre todo, de los grupos... así como todas las virtudes: la sabiduría, la generosidad, la fidelidad, la abnegación, la discreción, la amistad y el amor. Lo sorprendente es que todo ello está contado sin la más mínima pretensión, como si  los guionistas hubieran hecho involuntariamente un pequeño tratado de antropología.
    Como en la mayoría de las películas del hollywood clásico el elenco de actores es prodigioso y sus interpretaciones monumentales. Gary Cooper está estupendo como el desinteresado, atormentado, complejo y contradictorio  protagonista. Maria Schell es la bondad, la dulzura y el amor personificados... también el espíritu de lucha, de trabajo y el orgullo. Karl Malden interpreta magistralmente a un pobre diablo incapaz de dominar sus instintos.. primitivo, ignorante y malvado. Pero el que más me impresionó fue George C. Scott en su pequeño papel de predicador apocalíptico, cruel, hipócrita y alcohólico. Prácticamente cuando aparecía en la pantalla me magnetizaba, tal era la energía que trasmitía. Ante tanta estrella consagrada, no se le notaba mucho. Pero si os fijáis un poco descubriréis el germen del inmenso actor (uno de los mejores de la historia, por no decir el mejor) que llegó a ser.
    Creo que son suficientes argumentos para ver la película. Y ahora quiero disculparme, porque creo que he pecado de cerebral. Todo lo que he dicho hasta ahora es cierto (o, al menos, yo lo veo así). Pero apelando más a los sentimientos diré que El árbol del ahorcado es una de las historias de amor más hermosas que se han contado en la gran pantalla, con uno de los finales mas bellos y estremecedores que podáis imaginar. Además tiene una banda sonora espléndida en la que destaca su maravillosa canción, que una vez oída no olvidaréis.

2 comentarios:

  1. Que hermosa película, yo no soy muy aficionada al cine del oeste, pero me gusto mucho. Tu crítica es muy bonita y la describe muy bien. Es totalmente cierto lo del predicador borracho, es cierto que se adueña de la escena en la que sale, hacia el final hay una escena que se ve de perfil en primer plano y yo me quede embobada mirandolo, tenía cara de loco, la verdad lo hace muy bien. Y los personajes principales son entrañables, y en muchas ocasiones te sientes identificados con ellos, seguramente por que son personajes muy humanos, con nuestros más y nuestros menos. Una preciosa película y muy entretenida. Y una crítica sublime como nos tienes acostumbrados. ;)

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  2. Antes de nada, quiero agradecerte tu comentario. Me alegra mucho que estemos de acuerdo. El hecho de que está película "del oeste" te guste, sin que te gusten demasiado las pelis "del oeste", demuestra de alguna forma que en el fondo no lo es. Como muy bien dices se trata de una hermosa película, muy humana y de personajes muy humanos, con sus virtudes y defectos. También me alegro de que coincidamos en nuestra admiración por George C. Scott. Es un actor enorme, magnético... y, desgraciadamente mucho menos conocido y reconocido de lo que se merece. Muchas gracias de nuevo. Un beso muy fuerte.

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