lunes, 4 de junio de 2012

Drácula (Francis Ford Coppola, 1992)

Drácula no es una de las obras maestras de Francis Ford Coppola, como lo son las dos primeras partes de El padrino o Apocalypse Now, auténticas cumbres de la historia del cine. Sin embargo, es una película más que digna e interesante. Desde mi punto de vista la mejor y más original versión que se ha hecho de la novela de Bram Stoker, si exceptuamos la apócrica Nosferatu, que eludió el título de la novela y el nombre del personaje para no tener que pagarle los derechos de autor a a la viuda de Stoker.
       Visualmente la película es una maravilla, que no ha perdido ningún poder de fascinación con el paso del tiempo. Coppola desde el principio opta por envolver la historia en una halo de irrealidad; al que contribuyen que sea una película íntegramente rodada en escenarios y el barroquismo de su puesta de escena, en la que ocupa un lugar privlegiado un vestuario fabuloso. También es digna de elogio la concepción visual del propio Drácula, un ser multiforme que puede presentarse como anciano, joven, animal, hombre lobo u hombre murciélago... gracias al uso de un maquillaje cuya calidad no sólo no ha se ha superado, sino que difícilmente se ha igualado. Hablo tanto de los aspectos técnicos, porque lo merecen, y, al contrario de lo que pasa muchas veces, no son una excusa para la película, sino que son elementos esenciales de la historia, que nos aportan una visión totalmente renovada del mito de Drácula. Otros recursos estilísticos son el uso de los planos superpuestos, de las sombras, etc... como una especie de homenaje al cine mudo en general y a Nosferatu en particular, que Coppola, como buen cinéfilo, sabía que no podía obviarse a la hora de hacer una película sobre vampiros.
    El guión es otro de los grandes logros. Curiosamente, la más fiel adaptación a la letra de la novela es también la más libre en el espíritu. Al contrario que en la novela, Drácula no es sólo un monstruo sediento de sangre. La película lo presenta como un héroe romántico, un caballero, convertido en monstruo por despecho, algo que en absoluto pertenece a la novela, y que desde mi punto de vista la enriquece. De forma que este Drácula no es una película de terror al uso, aunque haya elementos de este género, sino una trágica historia de amor.
     En definitiva es un perspectiva del archiconocido mito del Conde Drácula totálmente inédita, tanto en lo visual como en lo argumental. Una apuesta muy arriesgada que a Coppola le salió muy bien.
    Ya dije que no es ninguna obra maestra, pero eso no le quita nada de interés. Junto con Entrevista con el vampiro (1994)  y Déjame entrar (2008) es la mejor película sobre estos seres que se han realizado en las últimas décadas, y sin ninguna duda la más elegante y sutil. Aquí el vampiro es ante todo un atormentado caballero y no una despiadada pseudo-estrella del rock o un niño monstruoso. 
    Ya dije antes que un es un film de horror, sino una hermosa y trágica historia de amor. Y puede que haga falta reivindicar esta película, por cierto tan olvidada, en estos tiempos de vampiros románticos de rebajas.

3 comentarios:

  1. Particularmente me parece una buena película, como dices muy romántica, muy cuidada y bien hecha. Que no envejece, la ví hace un año, después de muchos años, y me siguío gustando. También he leído el libro, y la historia de la película añadida entre Nina y Drácula le pone la guinda al pastel. Además me parece una película muy sensual y llena de erotismo. Que hace en determinados momentos tu imaginación vuele. Como muy bien dices, no solo es la historia de un monstruo sediento de sangre. Es una de las mejores historias de amor que se han contado en el cine. Nada de las películas típicas empalagosas a las que Hollywood no tiene acostumbrados. Me alegro de que la hallas rescatado y añadido a tu maravilloso blog. Se merece estar en él. ;)

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    1. De nuevo muchas gracias por tu amable y cálido comentario, Sonia. Tienes toda la razón en lo del erotismo, que esta película destila por todos sus poros. Y es que, si en general, la películas de vampiros siempre tienen cierta carga erótica, esta mucho más, hasta el punto de ser una de sus señas de identidad. Basta con recordar que Monica Belucci era una de las vampiresas. Pero es que además es un erotismo de un gusto exquisito, como lo es todo en esta peli. También estoy de acuerdo en que es una de las historias de amor más hermosas y mejor contadas del cine, por lo menos de la década de los 90. Y si mi crítica sirve para despertar la curiosidad por esta film tan injustamente olvidado me alegro mucho. Creo que en su día la crítica la machacó, cosa que no entiendo.

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  2. Bueno... En muchas ocasiones los críticos se pasan machacando las películas, y no todos los críticos por el hecho de serlo tienen razón. Por eso me gustan tus críticas, por lo general son favorables a las películas y recomiendas películas que no tendríamos que dejar de ver, lo contrario que hacen la mayoria de los críticos. Que parece, en muchas ocasiones, que lo que pretenden es dirigir nuestra forma de pensar.

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