sábado, 9 de junio de 2012

Drive (Nicolas Winding Refn, 2011)


Junto con “El árbol de la vida” de nuevo, pienso que “Drive” es la mejor película que he visto este año. Muchos críticos que la valoran la encuadran dentro del cine negro, etiqueta con la que yo no estoy de acuerdo.  Yo identifico el cine negro con delincuentes, detectives, sesudas investigaciones, diálogos abundantes y punzantes y un final inesperado. Nada de esto aparece en “Drive”. Es una película de coches rápidos, delincuentes malos y delincuentes peores, se habla poco y se corre y pega mucho, protagonista con chupa y chicas atractivas. En otras palabras “Drive” es una “peli de acción”, con espíritu ochentero además.  Pero hay algo que hace de “Drive” una película única al mismo tiempo que “peli de acción”, “Drive” es una obra maestra, una obra de arte.
            En eso creo que estriba el, a mi parecer, tendencioso mal etiquetado de esta película, para muchos acción y arte son términos contradictorios cuando se aplican al cine. Sin embargo, los amantes  de este género sabíamos que antes o después este momento llegaría.
           Las escenas de violencia no son espectaculares, sino que siguiendo el ejemplo de Cronemberg en “Una historia de violencia”, Winding Refn opta por un estilo duro, seco y realista. Las persecuciones  huyen de la cámara lenta, las volteretas y todos los elementos de la “resaca post- Matriz”.
            “Drive” es un chute de adrenalina en estado puro, te mantiene pegado al sillón durante todo su metraje, te gustaría moverte, conducir, hablar o no hablar, vestir como su protagonista: ser ese samurai contemporáneo implacable. Deseas que no termine nunca y te hace sentirte de nuevo como  un quinceañero.
            En el último decenio el cine de acción ha intentado reivindicarse artísticamente mediante la grandilocuencia, con tramas complejas y en ocasiones pedantes, profundidades metafísicas y metrajes exagerados. “Drive” alcanza el santo Grial por el camino que algunos considerábamos el bueno: la vuelta a los orígenes, a la sencillez de los 80, sólo que depurando el estilo visual y sonoro hasta la perfección.
            En definitiva, una “rara avis”, una maravilla. Dejad de leer e id a verla.

1 comentario:

  1. Buen consejo! Ver esta película es una de las mejores formas de pasar una tarde entretenida y divertida. Yo también aconsejo que la veais! Por cierto chejofan, me ha gustado mucho que incluyas esta peli en el blog. Y le has hecho una crítica muy divertida. Es verdad que te sientes como un adolescente viendola! Un abrazo muy grande. ;)

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