miércoles, 6 de junio de 2012

M (Fritz Lang, 1931)

M (me niego a llamarla El vampiro de Düsseldorf, título con la que fue conocida en España) es muchas películas en una. La primera película sobre un asesino en serio, un retrato de la deprimida Alemania inmediatamente anterior al ascenso nazi, una película policiaca; una reflexión sobre la diferencia entre justicia y venganza, sobre los límites de la responsabilidad humana y la más profunda y reflexiva penetración en la mente de un asesino que el cine ha contado.
     Dirigida maravillosamente por el maestro alemán, M se caracteriza por una inteligencia y serenidad en la narración totalmente desconocidas en el cine actual. Sin ninguna estridencia retrata los terribles crímenes del protagonista y demuestra que el mayor horror pueden narrarse sin herir la sensibilidad del espectador. No hace falta mostrar sangre... basta con una pelota que rueda pasivamente o con un globo enredado en los cables del telégrafo. También es encomiable la delicadeza con la que muestra la angustia de una madre cuya hija nunca llega, y la terrible certeza de que algo espantoso le ha ocurrido.
    Pero como dijimos M no es sólo una película sobre crímenes. Es sobre todo una parábola moral, con dos posturas contrapuestas. La de aquellos que consideran que un asesino así es un monstruo, no un ser humano, y que, por tanto, debe ser exterminado, representada por aquellos que viven al margen de la ley. Y lo de aquellos que defienden la ley y que ante todo un criminal debe ser perseguido y juzgado de acuerdo con los principios de la razón. 
    Los primeros se saltan todos los controles sociales, siendo capaces de poner en jaque todo el sistema establecido para lograr su objetivo. Los segundos actúan con la precisión de un cirujano para limitar en lo posible los daños, incluidos los daños al propio asesino.
    En una película llena de momentos inolvidables destaca la interpretación de de Peter Lorre como el criminal, sin duda uno de los grandes papeles de la historia del cine.
    Esta obra maestra del cine con mayúsculas nos plantea las preguntas y respuestas que todos nos hemos hecho y dado sobre la responsabilidad de un asesino, y qué respuesta debe dar la sociedad a éste. Y aunque la película deja un cierto final abierto... está muy clara la postura de su autor.
   Tampoco hay que olvidar que se trata de un documento de primera categoría sobre el surgir y el desarrollo de los nazis, ya que las frases que dicen los criminales venidos a justicieros ( y, en especial, su jefe) suenan muy parecidas a las del nazismo. Y todo ello en el año 31, dos años antes del Tercer Reich.
    Como toda gran obra de los grandes del arte es inagotable, y se podría escribir sobre ella páginas y páginas. Una película tan elevada artísticamente como profunda humanamente.
    Imprescindible de ver... para ser persona, sobre todo en unos tiempos en los que la razón está de capa caída y exigimos justicia rápida, a golpe de titular periodístico.
   
   

2 comentarios:

  1. Una crítica sublime! Me ha encantado, y me ha llamado la atención que recién entrados los años 30 se trate este tema tan peliagudo en una película, por que en esa época la mayoría de películas eran iguales y muy discretas para esos temas. Es un tema muy llamativo, no se como estaría la justicia en esa época, pero ahora la ley de la calle es mucho más brutal que la justicia. Nunca estamos de acuerdo con los jueces, y es que la justicia esta por lo general mal repartida, se ven auténticas barbaridades. Es un tema muy debativo, que sín duda me encantará ver de la manera de la que la enfoca la película. Otra para la colección. Hasta la próxima ;)

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    1. Pues así es. El cine antiguo nos dejaría muchas veces boquiabierto por su audacia y la franqueza y sensatez con la que trataban temas peliagudos. Hoy día somos muy prisioneros de lo políticamente correcto. En un principio el cine europeo y norteamericano eran igual de potentes. La gran tragedia europea, la Segunda Guerra Mundial, detuvo por completo la industria cinematográfica de Europa, y sobre todo la alemana, la cantera de más talento. Entonces se impuso la visión de Hollywood, más puritana y comercial... y esto fue así hasta el resurgir del cine independiente, allá por los 70. Bueno, en realidad, es todo un poco más complejo, pero creo que como líneas maestras valen. Muchas gracias de nuevo por tu comentario.

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