sábado, 25 de abril de 2015

Una Noche para Sobrevivir (Jaume Collet-Serra, 2015)

     "Una Noche para Sobrevivir", película estadounidense de director español, es otro ejemplo más de esa nueva "Edad de Oro" que está viviendo el cine americano en estos últimos años, tras dársele por muerto en los 80 y en los 90, despúes de que en la década de los 70 diera títulos tan emblemáticos y notables como "Sérpico", "Distrito Apache" o la mismísima "Taxi Driver". 
    Este cine trasmitía una amarga, incluso trágica visión de la naturaleza humana y de la sociedad. Podemos decir que esa perspectica es basaba en la difusa frontera entre la moralidad los agentes de la ley y los delincuentes, con tramas pobladas de "polis" corruptos y despiadados, a menudo mas criminales que los propios crimnales, y, especialmente, en la reivindicación del anti-héroe, protagonista solitario, triste, a menudo destrozado por el alcohol o con un pasado oscuro, que se veía obligado a asumir el papel de héroe, muy a su pesar, que ni deseaba ni para el que estaba preparado.
     En los años 80 y 90 este tipo de cine desapareció, salvo honrosas excepciones como "Manhanttan Sur" (Michael Cimino, 1985) o "Heat" (Michael Mann, 1995). La figura del antihéroe se sustituyó por la del héroe, tan fuerte y sólido en sus condiciones morales como físicas. Se puede decir que el cine de acción (dentro del que, en cierto modo, podemos incluir el cine negro o policiales) se sintió más a gusto en terrenos definidos de una más simplista, que no planteaban ningún conflicto al espectador, con malos muy malos y buenos muy buenos. Eran los aciagos días de los Schwarzenegger, Stallone, Seagal o Van Damme. Época de productos de fácil consumo y más facil olvido, llenos de clichés, y más dirigidos al público adolescente que al adulto.
      A principio del nuevo siglo, la situación se volvió aún peor. "The Matrix" (Hermanos Wachowski, 1999) era una excelente película de ciencia ficción, pero que tuvo la mala fortuna de tener una ristra de pésimas imitadoras. El argumento, en el cine "de acción" resultó ser lo menos importante, y las coreografías de lucha parecían más diseñadas para un videojuego que para una película. Catapultadas por las nuevas tecnologías en efectos especiales, que hacían posible todo en la pantalla, se impuso la nueva norma de que saturar al respetable a base de luces y ruidos era lo mismo que entretenerlo. La nueva eclosión de un sub-género, el de cine de super-héroes, totalmente esclavo de sus tópicos (por muy prometedor que sea su comienzo o desarrollo, la película se acabará resolviendo en una explosión de pirotecnia atronadora y vacia) parecía el clavo definitivo en el cine de acción adulto, complejo, violento (en lo físico y en lo psíquico) y amargo.
     Afortunadamente, pese a la ceguera de las grandes productoras, obsesionadas en una especie de mientras más mejor, los estudios más pequeños hicieron de la necesidad virtud, y optaron por una vuelta a los origenes. Frente al barroquismo "mainstrain" reivindicaron la sencillez, frente a la pompa, la sustancia. Volvieron el cuestionamiento ético de la sociedad, la necesidad de verosimilitud, el cuidado de los personajes y  la sobriedad en la puesta en escena. 
     "Una Noche para Sobrevivir" es un buen ejemplo de lo que muy bien podemos llamar "nuevo cine negro americano". Ciertamente no es ninguna obra maestra, ni aporta nada radicalmente nuevo al género. Sin embargo, posee un guión lo suficientemente fuerte para enganchar al público desde el primer momento, y Jaume Collet-Serra, pese a algún que otro recurso efectista, más adecuado para la publicidad que para un largometraje, narra la historia con sobriedad y firmeza. Destaca  su protagonista, un personaje sufriente y complejo, para el que esta particular odisea nocturna a través de las calles de Nueva York es una especie de "via crucis" redentor, mágnificamente interpretado por el gran Lian Neeson, que, sexagenario, acaba de encontrar un nuevo sitio bajo el como héroe de acción crepuscular.
     "Una Noche para Sobrevivir" es entretenimiento de calidad. Ese que no toma por estúpido al espectador, y, cuyo propósito, básicamente, es contar bien una buena historia. Pese a algunos defectos, lo consigue con nota. Más que recomendable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario