jueves, 24 de octubre de 2013

Sinister (Scott Derrickson, 2012)

Probablemente alguno de vosotros creáis experimentar una deja vú. No es que la mente os esté jugando una mala pasada... ya escribí sobre esta estupenda película hace algún tiempo. Sin embargo, nunca estuve contento con mi artículo. En realidad, nunca lo estoy del todo, pero en este caso acabe realmente frustrado... lo que se plasmó en pantalla no tenía apenas relación con mis pensamientos, y, sinceramente, opino que era una crítica horrible, que no decía nada. Mi intención es arreglar este entuerto y hacer algo de justicia a esta película tan buena como infravalorada, salvo honrosas excepciones, y devolverle algo de los buenos (malos) momentos que he pasado viéndola.
     Con ese título supongo que no costará demasiado darse cuenta de que esta película es de terror. Confieso mi admiración rendida por este género, que es mi favorito. Cuando adolescente me encantaban las pelis de acción, y parece que con los años me he oscurecido un tanto. Pero no quiero ser el típico fan descerebrado. Precisamente al contrario... dado que es un género que adoro, detesto verlo tan maltratado, convertido en un producto de consumo rápido, de moda, casi una caricatura de sí mismo y enfocado incomprensiblemente a adolescentes. En mi opinión no es justo: la comedia y el terror son los dos géneros más subestimados, probablemente debido a una vacía pose de intelectualidad. Es cierto  que contadísimas películas de miedo pueden considerarse grandes películas (Psicosis, El Resplandor, Rosmary's Baby, Carrie, Alien y muy pocas más). Pero ahí están, demostrando lo que el género puedey no es por negligencia y prejuicios. Recordemos el caso de Hitchcock, uno de los grandes maestros, que consagró su vida básicamente a asustar al personal, y que no me vengan con la distinción entre Thriller y Terror, que es meramente nominal.
       ¿Tiene esto algo que ver directamente con la película que nos ocupa? Pues sí, y mucho. Sinister es en primer lugar un acto de amor hacia el cine de terror. El primer gran acierto Scott Derrickon, (director y coguionista), que ya había mostrado sus buenas maneras en El Exorcismo de Emily Rose, es entender y sentir su película como un sincero homenaje a lo mejor del género. Con esa buena intención construye una sólida película que bebe de las mejores fuentes, sin dejar por ello de ser profundamente original.
      Al contrario que en la inmensa mayoría de películas de miedo, los personajes no son estereotipos, sino que se han creado con mimo, gusto e inteligencia. La clave de Sinister es que, despojada de sus elementos de género sigue siendo una magnífica película, profundamente humana. Una historia sobre la obsesión por el triunfo y el consiguiente miedo al fracaso, sobre la imposibilidad de salir de un circulo vicioso una vez se ha caído en él a pesar de ver como se destroza todo nuestro mundo. También es la historia de cómo los cantos de sirena (dinero y fama) nos puede alejar de lo más valioso (el amor, la familia, nuestra propia salud...). Ethan Hawke compone un inolvidable personaje que debería pasar a la historia del género con mucho más motivo que el Jack Torrance de El Resplandor (al fin y al cabo, este último, un estereotipo de tipo que se vuelve loco debido al aislamiento). Su Ellison Ostwald es mucho más complejo, poliédrico, real... Un individuo tan consumido por sus propios demonios que no ve otros; inteligente, irresponsable, cabezota...
        Pocas películas recuerdo que hayan reflejado el amor de una manera tan natural y tan vivida. Estamos acostumbrados a las historias románticas de chico conoce chica, en las que cuando por fin se encuentran el uno al otro, el telón se baja. Como si estuviera en una etapa adolescente, el cine se resiste a mostrar el amor como algo que se construye día a día, la vida cotidiana de una pareja y una familia que se quiere. Hay determinados momentos de la cinta en los que imposible no sentirse reflejado, sobre todo cuando, como en la película se es un hombre complicado, frágil y con terror hacia el fracaso, incapaz de disfrutar de las cosas sencillas y verdaderas de la vida, pero se tiene la infinita bendición de contar con una maravillosa mujer al lado fuerte, comprensiva y dulce, la única  persona capaz de poner algo de verdadera cordura y orden en nuestra caótica vida.
       ¿Pero es que Sinister no es una película de terror? Por supuesto, y da mucho miedo, pero no en plan ¡uuuuhhhhh!, sino de una forma mucho más profunda y terrible. Pero prefiero que eso las descubráis vosotros mismos.
          Nos encontramos un precioso pájaro raro. Una magnífica película de terror, bastante mejor que Insidious y muchísimo mejor que La Conjura (no sé lo que los críticos vieron en ella), cuya mejor escena es una discusión marital.


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